Rebecca Myers (Vampiresa)

Nombre Completo: Rebecca Myers.
Edad: 23 años.
Fecha de Nacimiento: 19 de febrero.
Raza: Vampiresa.
Dieta: Sangre de humanos.
Lugar de Nacimiento: Wyoming, U.S.A
Descripción Psicológica: Es sarcástica y odia las sorpresas y se sacrificaría por cualquier integrante de su clan, en especial por Dylan. Es muy protectora con los suyos... Se cree una sobreviviente al igual que a su clan... Para ella solo se trata de poder despertar mañana y continuar con su vida como cualquier ser vivo... Su punto débil es su familia (Clan). Tiene un don de mando asombroso, y un gran poder de convocatoria, por lo que fue elegida como líder de la secta.
Descripción Física: Es una chica de almendrados ojos grises y de mirada intensa... Con cabello negro, largo y ondeado... De estatura alta y color de piel claro casi pálido...
Sobre el Personaje
-Gustos: Hacer cosas con Dylan.
-Odios: Los vampiros que niegan su raza...
-Pasatiempos: Desafiar a sus colegas a diferentes retos en el bosque... Con trampas y sorpresas extendidas en todo el predio... Incitando a las apuestas de aquellos vampiros que no participan de los desafíos. Es un pasatiempo, y también una forma de entrenarse para estar preparados en caso de ataque de cazadores...
-Cualidades: Una vez que toma una decisión, no existe individuo que la haga cambiar de parecer... Es una persona muy cálida con aquellos a quien ama.
-Defectos: Es muy vengativa y esto la puede llevar a cometer torpezas graves...
-Habilidades: Tiene un gran sentido del olfato, y puede distinguir en pocos segundo cuando alguien extranjero se encuentra cerca del nido... Lo que utiliza como método de defensa. Tiene la capacidad de actuar rápido y eficientemente en situaciones extremas mientras otros se paralizan de desesperación o terror. Es muy fuerte y buena en la lucha mano a mano.
-Artillería: sangre de hombre muerto.
Automóvil: Tunning Gris descapotable.
Historia: Becky nunca fue la princesita que sus padres pretendían... Rompía todos los esquemas... y no se adaptaba a ningún contexto. Con progenitores obsesionados por
la disciplina y el orden, la niña se crió en un ambiente de desaprobación e incomprensión total. Por lo tanto, vivió mucho tiempo deprimida. Esto acabó cuando conoció a Dylan, un chico del que se enamoró. Fue su compañía la que logró que “despegara” de aquel sitio en donde ella no estaba siendo feliz, y tampoco sus padres.

Una noche, cuando Dylan, (el cual era vampiro) y Rebecca (quien sabía la raza de su chico y conocía los riesgos que su relación conllevaba), estaban en su habitación disfrutando de una noche juntos, él, en el arrebato de pasión, mordió a Rebecca en el cuello, contagiándola. Al principio, la misma se negaba rotundamente a aceptar lo que ya era inevitable, su transformación, pero después comenzó a ver el lado positivo de la situación: ya nadie más le pediría que fuera diferente, y por fin sería considerada como una más, al menos dentro del clan. Luego de bastante tiempo, se acostumbró a vivir con su cambio e incluso a alimentarse de seres humanos, lo cual no le parecía un acto malo ya que era lo que su organismo le exigía.